Hace algún tiempo inventé la expresión Felicity Bites. La utilizo para referirme a esos momentos de felicidad de nuestra vida cotidiana que tiempo después recordamos con cariño: una cena con amigos íntimos, un reencuentro inesperado, esperar el amanecer charlando con alguien a quien amas…Y aunque no pueden sustituir a esos momentos, en ocasiones encontramos pequeñas cosas que también nos pueden aportar Felicity Bites: pueden ser unos pendientes de plata, un colgador realizado con conchas marinas o un mueble antiguo restaurado…En este Blog quiero presentaros algunas de mis Little Things, cada una de ellas ha sido fruto de un trabajo artesanal realizado con cariño. No hay dos iguales, no son perfectas,…ése es su encanto….
Bienvenidos a Olivia’s Little Things

sábado, 22 de junio de 2013

Bailando bajo la lluvia

Este verano se está haciendo de rogar y muchos nos quejamos de la lluvia y de que no acaba de llegar el buen tiempo. Sin embargo, pocas situaciones me resultan tan románticas como la lluvia...

Recuerdo hace algunos veranos que fuimos un grupo de amigos al típico cine de verano al aire libre, en que antes de  que se proyecte la película, la gente hace un picnic sobre la hierba mientras escucha un concierto. Al rato de empezar el concierto, la lluvia caía con tal fuerza que parecía que se iba a caer el cielo... El grupo musical recogió rápidamente los instrumentos y era sustituído por música grabada , al mismo tiempo que la mayoría de los espectadores salía  corriendo con sus cestas y hamacas, también la mayoría de mi grupo de amigos desapareció, sólo uno de ellos se quedó mirando alrededor como si no entendiera qué estaba sucediendo. Mientras mi amigo se quedara, yo también, y ya estaba calada hasta los huesos... De repente, nos giramos y nos encontramos una pareja bailando tango bajo un paraguas, imposible dejar de mirarlos...

Mi  amigo y yo nos quedamos hasta el final de la película, junto a pocos más, y fue una noche que formará siempre parte de mis recuerdos más memorables...

Feliz fin de semana! Llueva o haga sol...

Olivia

jueves, 13 de junio de 2013

La dama y el vagabundo


Ayer por la mañana, mientras esperaba en un semáforo a que la luz se pusiera en verde, ocurrió lo siguiente....



Estaba en una intersección en la que bastante a menudo hay un chico, diría que de origen gitano, que vende paquetes de pañuelos de papel a 1 euro. Normalmente no le presto mucha atención, le digo que no estoy interesada y ya está, pero ayer no llegó hasta mi coche, saludó a la mujer que conducía delante mío, se acercó a su coche, ella bajó la ventana y él se sentó en el bordillo de la mediana que separa los carriles de subida y de bajada, a charlar con ella.

Desde donde yo me encontraba no podía escuchar la conversación, pero sí me daba cuenta que ella le preguntaba cómo estaba y él le contaba sus cosas, y me dio la impresión de que se conocían y que no era la primera vez que hablaban... Lo curioso era la diferencia de clase: ella era una mujer madura de clase media alta, él ya os podéis imaginar que muy distinto.... De qué se conocían? Dónde pueden haber coincidido antes? Pueden realmente establecerse relaciones entre clases sociales tan distintas?

Me sigo preguntando... porque no es lo habitual, es poco probable que gente de clases sociales distintas frecuenten los mismos lugares, vivimos en guettos en los que cada uno tiene su lugar y cuando sale de su zona se encuentra incómodo... Y seguramente si fuera más como en el semáforo de ayer, veríamos que no somos tan distintos, que compartimos los mismos problemas, y que posiblemente también podamos compartir soluciones... O eso me gusta pensar...Que la dama y el vagabundo también pueden existir en el mundo real...

Saqué una foto, pero ahora pienso que mejor que cada cual se imagine la historia a su manera, os dejo con unas cuantas que he encontrado por ahí.







Feliz semana!

Olivia