Hacía años que no pasaba unas vacaciones tranquilas, sin viajar a un país en guerra, con tifones, atentados... Este año en cambio decidí visitar a una muy buena amiga cerca de Burdeos... Desde que su vida cambió por completo (dejando un agujero enorme en la mía) y decidió irse a vivir a Nueva Caledonia, tan sólo nos habíamos visto un fin de semana hace 4 años cuando viajó a Barcelona desde París para venir a mi fiesta de cumpleaños. Así que he pasado la mayor parte de mis vacaciones con ella y su familia y otra familia francesa en Le bassin d'Arcachon... Los primeros días fueron una locura porque siendo tantas personas en la misma casa (once) era difícil coordinarnos todos para ir al curso de surf que hicimos unos cuantos días, pero hubo muchas risas y momentos divertidos... Pero lo que más me ha sorprendido ha sido cómo ha sido nuestro reencuentro... Casi no hemos hablado durante 4 años pero al vernos de nuevo no sentimos ninguna ansiedad por explicarnos lo que nos había pasado durante este tiempo, sino que tras los abrazos iniciales fue como si nos hubiéramos visto la semana anterior y comentamos cosas triviales... Fue a lo largo de los días siguientes y sobretodo la última tarde, que pasamos juntas en una cafetería sobre la dune de pyle viendo volar decenas de parapentes frente a nosotras, cuando las cosas importantes que nos han sucedido en estos años fueron apareciendo en la conversación... No sé cuando volveremos a encontrarnos, pero sí sé que cuando lo hagamos nuestra amistad seguirá tan intacta como cuando dejó Barcelona hace ya años...
Olivia
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