Camino de Santiago

En las últimas semanas he estado caminando el tramo central del Camino de Santiago, que era el que me faltaba para completarlo, ya que hace 10 años ya había caminado desde León a Santiago, y hace 3 desde Roncesvalles a Santo Domingo de la Calzada.

La primera vez escuché a alguien quejarse de que había pensado que esta peregrinación tendría más misticismo del que después había encontrado...

Yo creo que el misticismo está en cada uno y en como se vive El Camino, además pienso que sí, que hay algo especial en esta ruta...

Para mí resulta terapeútica. Creo que por la sencillez con la que se vive esos días: te levantas, caminas unas cuantas horas pensando en tus cosas, llegas al albergue, te duchas, lavas tu ropa, hablas con el resto de peregrinos, del mundo entero, de todas las edades, de casi todos los estratos sociales, sobre la vida, sobre el mundo... No se habla de crisis, se camina con muy poco y todo el mundo comparte lo que tiene...

Conoces a gente de fuera de tu círculo habitual con los que estableces amistades que perduran en el tiempo, a pesar de la distancia en la mayoría de los casos...

No quiero parecer cursi, pero creo que el Amor flota en el aire, en todas sus formas: entre nuevos amigos que se ayudan, que se animan, que se curan las heridas al llegar a los albergues... No me sorprende que se formen tantas parejas, unas duran por años como la de una chica brasileña que conocí hace 10 años, había conocido a su marido en una única etapa la primera vez que hizo El Camino, él caminaba el doble de kilómetros por día, pero al acabar volvió atrás para encontrarla, se casaron, vivían en París y ella estaba caminando de nuevo, pero esta vez con su suegro... Otras veces el amor se acaba al finalizar El Camino...

Me pareció muy tierno encontrar a una pareja de cincuentañeros en la que ella había ido a caminar unos días con él, que hacía El Camino entero, por la tarde él recorrió el pueblo entero para encontrar un helado por que a ella le apetecía... Al volver a Santiago ella se llevó a casa para que se recuperara a una joven peregrina que llevaba días intentando curarse de sus heridas en los piés y una lesión en el talón...

Hace tres años fui a caminar con un problema personal que me provocaba un tic nervioso, me temblaba un párpado sin parar. Al día siguiente de empezar a caminar el tic había desaparecido, pero lo más soprendente es que al volver a Barcelona, la situación que lo provocaba desapareció para siempre...

Recuerdo que la primera vez que lo caminé, al llegar a Santiago durante la misa del peregrino el obispo dijo que muy poca gente llegaba a Santiago sin encontrar a Dios. Yo no había recibido la Compostela por decir que mis motivos no eran religiosos ni espirituales... Pero ahora tengo dudas, y si realmente Dios sí existe? Quizás El Camino hay que empezarlo por el principio, y no por el final como hice yo...Aunque parece que el orden de los factores no afecta al producto...

Desde luego en esta ruta hay algo mágico que hace que cada vez que la dejas estés muy triste, no me pasa en ninguno de mis viajes, en los que disfruto de las experiencias, pero llega un momento en el que quiero regresar a mi casa y a mis comodidades.

La gente la repite una y otra vez... Quizás sea la única forma de encontrarnos a nosotros mismos...

Feliz semana!

Olivia