Hace algún tiempo inventé la expresión Felicity Bites. La utilizo para referirme a esos momentos de felicidad de nuestra vida cotidiana que tiempo después recordamos con cariño: una cena con amigos íntimos, un reencuentro inesperado, esperar el amanecer charlando con alguien a quien amas…Y aunque no pueden sustituir a esos momentos, en ocasiones encontramos pequeñas cosas que también nos pueden aportar Felicity Bites: pueden ser unos pendientes de plata, un colgador realizado con conchas marinas o un mueble antiguo restaurado…En este Blog quiero presentaros algunas de mis Little Things, cada una de ellas ha sido fruto de un trabajo artesanal realizado con cariño. No hay dos iguales, no son perfectas,…ése es su encanto….
Bienvenidos a Olivia’s Little Things

domingo, 8 de enero de 2012

Tiendecitas (primera parte)

Cuando tenía 16 años, hace ya tiempo, mis padres me enviaron a estudiar un año a Estados Unidos. La casualidad (y las restricciones de mis padres en cuanto a elegir una zona en donde no se hablara español, así que nada de NY, nada de California, ni Florida, ni Texas...) hizo que fuera a parar a una casa en el campo, cerca de un pequeño pueblo con 2 calles centrales, un Dairy Queen, un coffee shop, un pequeño supermercado y unas pocas tiendas de souvenirs: Nashville, Indiana:

 Foto de aquí:


  Foto de aquí:




Y dónde compraba la ropa, los zapatos, el menaje del hogar y demás cosas la gente allí? En el "Mall" o centro comercial! Para mí fué un choque cultural enorme ver como las familias pasaban el día entero en el Mall, sin ver la luz del sol: empezaban por un extremo a mirar cada una de las tiendas, comían en McDonald's, por la tarde continuaban mirando tiendas, hacían la compra semanal en el hipermercado y quizás se quedaban también al cine.


Era un plan que a mí me horrorizaba, he de reconocer de que no me gusta demasiado ir de compras, pero sí me gusta pasear por la ciudad y mirar escaparates. Me parece que las pequeñas tiendas son parte del encanto de una ciudad.

Foto de aquí


 Escaparate de Libel·lula.

No sólo hablo de tiendas de ropa, me refiero a pequeños comercios de todo tipo: pastelerías, librerías, papelerías, tiendas de muebles, cererías, joyerías,... Me gusta que tengan sus escaparates cuidados y llenos de cosas bonitas.

 Foto de aquí:


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Me gusta además que cuando entras en uno de estos establecimientos puedes preguntar cualquier cosa a los dependientes, que en muchas ocasiones son los propios dueños, ellos te saben aconsejar cuál es el mejor libro para un niño de 8 años, cuál es la luz que se adapta a tu bici, cómo arreglar y soldar un anillo que se ha roto cuando bailabas como una loca en las fiestas del barrio, saben cómo arreglar un vestido que no te acaba de quedar bien (y no me refiero a subir un bajo)....

Como no podía ser de otro modo, los centros comerciales llegaron también a España, sobretodo a las grandes ciudades. Normalmente en estos centros encontramos las grandes cadenas: Zara, Springfield, Pull&Bear, FNAC, Decathlon... Durante un tiempo han convivido con el pequeño comercio, sin embargo, a causa de la crisis económica actual, la gente está dejando de comprar en las tiendas de siempre para acudir en masa a los centros comerciales a comprar productos de bajo coste, todos "Made in China" (o India, Indonesia....).

 Foto de aquí:

Durante las fiestas pasadas estuve en algunas tiendas, muchas con descuentos del 30% ya antes de navidad, los dueños me comentaban "no se vende nada", como esto siga así 6 meses más voy a tener que cerrar la tienda después de 20 años".


Cada vez veo más locales vacíos, que se venden, se alquilan, se traspasan...Y no me gusta. No me gusta pasear por mi barrio como si de una ciudad fantasma se tratara, sin vida. No me gusta ver que pequeños empresarios que se levantan cada día para intentar sacar su negocio adelante, sin ayuda del gobierno, sin ayuda de los bancos, sin ayuda de nadie, finalmente tienen que tirar la toalla...






No quiero decir que la gente debería dejar de comprar en grandes superfícies, pero quizás podemos encontrar un equilibrio entre ambos.
En mi caso, yo compro mis básicos en las típicas cadenas de ropa que ya he mencionado: camisetas blancas, vaqueros, medias y calcetines, mallas de deporte... pero cuando quiero prendas especiales, me gusta acudir al pequeño comercio: ahí es donde tienen vestidos maravillosos, camisas diferentes al resto, joyas y bisutería hechos a mano. También me gusta comprar en tiendecitas los libros (si buscas alguno que no tienen, en menos de una semana te lo pueden traer), además te asesoran según tus gustos, me gusta el pan acabado de hacer y no la baguette precongelada del súper, los tés que venden a granel en saquitos, mil sabores para elegir...Me gusta conversar con los dependientes y no tener que hacer una cola de 20 personas para que me cobren y esperar media hora para probarme algo que todo el mundo llevará igual...

En fin, esta entrada se ha hecho muy larga... Otro día algunas de mis tiendecitas preferidas...

Buena semana,

Olivia

3 comentarios:

  1. Este año me he propuesto desear a todos aquellos blogs que sigo un buen año nuevo y buena semana, como ya estamos a jueves y todavía continúo, ahora ya casi toca desearos un buen fin de semana e igualmente un estupendo 2012!!!

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  2. Me encanta esta entrada de tu blog, y me fascinan los escaparates de las pequeñas tiendas cucas y cuidadas con cariño. Aunque por desgracia, como dices, muchas de estas tiendas van desapareciendo, por imposibilidad de competir con las mega superficies, las que resisten me dan una alegría que llena mis paseos por la ciudad, de mucha poesía

    Manuele Pizzuti

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    1. Muchas gracias! Yo espero que sobrevivan, por eso procuro hacer casi siempre mis compras en pequeños comercios.

      Olivia

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